Menahem ben Saruq


Menahem ben Saruq nació en Tortosa en la época del califato de Córdoba en la primera década del siglo X. Se sabe muy poco o nada de sus primeros años y educación, suponiéndosele autodidacta. Se trasladó a Córdoba y trabajó como poeta y secretario al servicio de Yishaq ben Hasday y más tarde de su hijo Hasday ben Shaprut. (Hasday ben Shaprut, médico de profesión, sirvió en la corte del califa Abd el-Rahman III, llegando a ser un personaje importante en la comunidad judía, así como un gran impulsor de dicha cultura.)
Hay casi absoluta certeza sobre su autoría de las cartas enviadas a Helena, Emperatriz de Bizancio y al Emperador Constantino Porfirogenetos pidiendo un trato benévolo para los judíos de Bizancio o la de similares características enviada a José, rey de los Jázaros.
Es Hasday quien le encarga un "trabajo sobre la lengua santa" que se materializó en el Mahberet, un diccionario de raices hebreas, el primero escrito íntegramente en hebreo. A diferencia de otros diccionarios anteriores como el Egron de Se`adyah, mera listas de palabras con su traducción al árabe, el Mahberet consta casi exclusivamente de raices hebreas y arameas que aparecen en la Escritura (prescindiendo de palabras y raices postbíblicas) agrupando los pasajes en que aparecen dichas raices y dando en determinadas ocasiones su traducción al hebreo.
Debido a sus planteamientos ideológicos respecto a la lengua, Menahem no acude nunca al árabe como punto de comparación, al contrario que el resto de los filólogos judíos. Para Menahem el texto de la Escritura se basta por sí mismo para su interpretación.
Inmediatamente a su aparición el diccionario se vió envuelto en polémica: Dunash ben Labrat escribe el Tesubot `al Menahem (Respuestas a Menahem), obra replicada por los discípulos de Menahem con las Tesubot Talmide Menahem (ibn Capron, Yehudah ibn Daud y Yishaq ibn Choquitilla), replicada a su vez por Yehudi ibn Sheshat, discípulo de Dunash.
A pesar de las críticas de Dunash el diccionario se difundió muy pronto por Italia, Francia, Europa central y Oriente, especialmente entre los judíos desconocedores de la lengua árabe. Fue Rashi, exégeta francés del siglo XI quien consagró a Menahem ante los judíos europeos. Sin embargo en España es apenas mencionado por los grandes filólogos.

Una vez concluido el diccionario, las críticas de Dunash ben Labrat en su Tesubot, basadas unas en temas filológicos y otras de índole teológica (veladas acusaciones de caraismo), le hacen perder el favor de su mecenas. Un Sabbath, en presencia de éste, es golpeado y destruida la casa heredada de sus padres. Por una lastimera carta dirigida a su señor se conocen los pocos detalles de estos hechos. Nada más sabemos de su vida ni de su muerte.

Menahem Ben Saruq, 1986. Menahem ben Saruq. Mahberet. Edición crítica e introducción de A. Sáenz-Badillos. Granada.

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